Adquirir tu propia cinta de correr es una excelente inversión, si tienes el propósito de trabajar en serio para ponerte en forma. Lógicamente, después de gastar tu dinero en obtener este equipo, vas a querer que el mismo dure mucho tiempo.

Así mismo, una vez que te habitúas a ejercitarte en la cinta de correr, es de lo más molesto interrumpir tus rutinas debido a roturas o desperfectos de la máquina.

Por tales motivos, hoy te brindo unos buenos consejos para el mantenimiento de tu cinta de correr.

Cuidados del motor

El motor viene a ser, para la cinta de correr, lo que el corazón para el cuerpo humano. Si cuidas bien de él, tienes garantizada una gran parte de la conservación del equipo. He aquí algunos consejos muy útiles:

  • Vigila la temperatura del motor: Debes estar al tanto de que el motor trabaje a una temperatura saludable. No, no hace falta ningún equipo sofisticado para medir la temperatura. El mejor medidor es… ¡tu mano! Mientras puedas poner la mano sobre la cubierta del motor y mantenerla ahí por un par de minutos sin que te moleste el calor, todo está bien, puedes respirar tranquilo.
  • No abuses de la velocidad baja: La cinta de correr no debe usarse a baja velocidad por tiempos prolongados. Aunque pudiera parecer contradictorio, esta velocidad exige demasiado del motor, lo hace trabajar reprimido. Usa el modo lento solo para el inicio del entrenamiento.
  • Mantén el motor limpio: Con una frecuencia mensual, descubre el motor y límpialo, liberándolo de polvo y otras impurezas que suelen colarse y acumularse bajo la tapa.

Lubricación

Como todo mecanismo móvil, la cinta de correr tiene partes deslizantes que necesitan de una adecuada lubricación para su buen funcionamiento. Además, la lubricación evita desgastes y roturas. Aquí tienes los principales cuidados que debes tener al respecto:

  • Engrasa la banda de rodamiento todos los meses.
  • Lee detenidamente el manual de tu cinta de correr antes de lubricar, porque hay algunas que no admiten otro tipo de producto que no sea la silicona. También debes fijarte si hay advertencias respecto al tipo de silicona admisible, muchos modelos exigen que sea silicona libre de otros componentes.
  • Si tu cinta de correr viene con cera incorporada, esta se encarga de auto lubricar las bandas de rodamiento, y no se le debe añadir ningún otro tipo de producto con este fin.
  • A la hora de lubricar, debes hacerlo por ambos lados de la banda, para asegurarte de que el producto llegue hasta el centro. Después de aplicado, pon la cinta en movimiento lento por un minuto para que se distribuya bien el lubricante.
  • No lubriques en exceso. El excedente de lubricante va a dispersarse, y puede hacer daño en lugar de beneficio.

Sustitución de piezas defectuosas

Nunca, nunca, uses la cinta de correr a sabiendas de que alguna pieza está funcionando mal. Las bandas de rodamiento desgastadas, por ejemplo, deben ser sustituidas inmediatamente. Otro ejemplo es la plataforma torcida, cosa que puede ocurrir debido a golpes o arrastre violento del equipo, en cuyo caso debes ajustarla y no subirte a ella teniendo mala posición.

Las bandas suelen estirarse debido al uso. Notarás esto porque la plataforma comienza a resbalar. Esto se soluciona solo con ajustar la banda, para que recupere la tensión necesaria. Pero, si la usas a pesar de estar resbalando, podrías causar un daño considerable, que afectará tu bolsillo y tu entrenamiento.

Otros consejos generales

Para terminar, unas últimas sugerencias para alargar la vida de tu cinta de correr, y optimizar su rendimiento:

  • Mantén limpia la máquina en su totalidad.
  • No la sometas a la humedad, esto afecta el panel de mando electrónico.
  • –          No uses la cinta de correr como armario, las fibras textiles filtradas en los mecanismos móviles, o bajo el panel de mando, pueden causar grandes males.
  • No la enciendas si notas que en el servicio de suministro eléctrico hay inestabilidad de voltaje.

Si sigues estos tips para el mantenimiento de tu cinta de correr, garantizarás una vida larga del equipo, y un buen aprovechamiento de sus bondades. Si cuidas tu cinta de correr, estás cuidando tu figura.

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