Entrenar en cinta de correr es muy efectivo, nadie lo duda. Sin embargo, sacar el máximo provecho de este implemento requiere de ciertas habilidades. No querrás adquirir una de estas máquinas para luego no notar grandes diferencias respecto a otros métodos de entrenamiento.

Si ya tienes la tuya, es hora de aprender los trucos para quemar más calorías en la cinta de correr. ¡Allá vamos!

Programar el entrenamiento con distintas velocidades

La velocidad que le das a la cinta es uno de los elementos que influyen en la quema de calorías. Aprende cómo manejar la velocidad a tu favor:

Divide tu entrenamiento en secciones, o períodos, usando distinta velocidad en cada uno. Esto te obligará a variar tu ritmo, pues deberás adaptarte a la velocidad que elijas. Los cambios de ritmo demandan energía extra, y ello conlleva a la quema de calorías.

Usa la posición de cuesta arriba

La cinta de correr puede ser ajustada para darle inclinación. No te conformes con correr siempre en posición llana, desafíate a ti mismo, enfrenta la cuesta arriba. La pendiente exigirá más esfuerzo, más trabajo muscular, e irremediablemente, quemarás más calorías.

Libérate de las barras

Las barras de la cinta de correr son importantes, claro, y útiles. Pero debes abandonar el mal hábito de correr siempre agarrado a ellas. Acostúmbrate, más bien, a darle movimiento a los brazos. Esto no solo te ayuda con el equilibrio, sino que hace más completo el ejercicio. El balanceo de los brazos implica más músculos en acción, más consumo de energía. Resultado: Más calorías quemadas.

Usa ropa que te haga sudar

No te estoy diciendo que te forres en un traje de buzo, ni nada por estilo, no te asustes. Basta con que uses prendas que propicien el sudor. No busques ese resultado con ropas demasiado grandes, el exceso de tela te molestará. Tampoco quieras sudar a costa de ropa ceñida en extremo. La clave está en los tejidos, busca los que conserven más el calor y estimulen el sudor, sin perder comodidad.

Mantén las pulsaciones en nivel adecuado

El nivel ideal de pulsaciones, cuando se está entrenando, es por debajo del 85 %. Si te excedes, llevarás tu organismo a extremos de prueba no saludables, y la prioridad dejará de ser la pérdida de calorías.

Garantiza la hidratación

Una buena hidratación favorece la eliminación de toxinas y oxigena la musculatura. La quema de calorías no representa una pérdida dañina para el organismo cuando este se encuentra bien hidratado. Por otro lado, la hidratación permite desechar fácilmente los residuos de la quema de calorías.

Corre en la cinta, combinando con sentadillas

Al simple acto de correr, se le pueden añadir otras actividades de ejercitación. Las sentadillas son especiales para esto. Pon la cinta en una velocidad baja, y has un trote moderado. Cada un minuto, abandona la cinta y realiza tres sentadillas en suelo firme. La última sentadilla termínala con un salto, que te permita reincorporarte a la cinta y retomar el trote. ¡Las calorías se escapan solas, te lo aseguro!

No corras solo de frente

Otra forma de alternar el entrenamiento en la cinta de correr es volteando sobre la estera. Sin perder el ritmo, cambia a zancadas laterales, regresa hacia el frente, y después voltea al lado contrario.

Corre en la cinta al ritmo de la música

Entrenar escuchando música te lleva a un nivel superior de eficiencia. La música te ayuda a enfocarte, a no perder el ritmo. Además condiciona tu mente, te libra de las distracciones. Recuerda que el cerebro es el jefe de todo, si él ordena, todo el organismo obedece. ¡Las calorías no tendrán más remedio que desaparecer!

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